Del cine y del derecho a soñar

Cuantas veces viendo esas películas añejas en blanco y negro he soñado con esas historias de enredos, amores y aventuras, en épocas donde no había tele, ordenador ni cosas parecidos en esos hoteles lujosos o viajes a Río, Argentina o África, donde los caballeros son caballeros y las señoritas unas damas. A veces me convierto en algunos de los personajes en mi mente. Y esa es una de las grandes diferencias con las películas actuales; las de ahora te entretienen, con los efectos especiales tan espectaculares te hacen disfrutar y que todo parezca tan real. Pero las antiguas te hacen soñar e imaginar.

Lo que más me sorprende de las de blanco y negro son los matices, sutiles juegos de sombras, los zoom de cámara, picados, contra picados y los actores, en una época de exclusividad, eran la base de las las cinematográficas.

Me encantan las pelis actuales, pero no se porque las viajas pelis de la edad de oro tienen ese regusto del cacao puro, entre dulce y amargo. sin quitarle méritos a Sean Conery o Al Pacino entre otros muchos. Cari Grand o Fred Astaire tenían algo especial. Y no quiero hablar de las actrices cuando la farándula hollywoodiense de los 50 o 60 era la prensa rosa de hoy.

Tanto antaño como actualmente hay pelis buenas y malas, en el futuro las seguirán habiendo y de hecho eso espero, son las pelis malas las que dieron pie a ese subgénero tan discriminado como es la serie B, esa cosa de culto para unos y basura para otros tan de moda allá por los 80. Géneros y subgéneros que han hecho del cine algo tan maravilloso.

Es curioso como a día de hoy se sigue hablando de costes y taquilla como se hacia antes con la única diferencia de poner unos ceros a la derecha. El cine como la historia de la humanidad nos ha seguido, registrando a su manera el curso de nuestra vida. todos, y el que diga que no miente, guardamos en nuestro interior muchas películas que nos han hecho sentir e incluso que han cambiado nuestra vida, hasta aquella película que vimos con nuestros padres es un cine abarrotado en primera fila con el cuello anquilosado de mirar para arriba han dejado un recuerdo imborrable, la película que ves en el cine con tu novio o novia que aunque era una película malísima se marca a fuego con ese beso al mismo tiempo que el de  los protagonistas.

El cine tiene que ser algo más que un negocio, tiene que ser parte del derecho que tenemos a soñar las vidas de nuestros protagonistas, algo a lo que deberían tener derecho hasta la más insignificante de las personas y como el cine puedo decir de la música una cosa maravillosa que nos acompaña desde el principio hasta el final, creando la banda sonora de nuestra vida que lo mismo nos anima como nos hace llorar. Y que decir de los libros, el comienzo de todo lo anterior; mundos imposibles de plasmar en una pantalla, personajes que no se pueden mostrar en tan sólo 90 minutos e historias tan enrevesadas que un guión no sería capaz de seguir. A todo esto tenemos derecho, a poder disfrutar de ello a un precio módico que nos podamos permitir y que no se convierta en una cosa excepcional que sólo puedas disfrutar de vez en cuando. Soñar no es piratería, piratería es el abuso de los que no podemos defendernos, de lucrarse con los sueños de los demás de una forma pecaminosa y obscena. ¡cierto! nos tienen que cobrar por el trabajo de las personas que producen estos recursos, personas con familia y que trabajan muchas horas para que podamos evadirnos de la realidad pero ¿que precio tienen los sueños?¿Qué dinero es necesario para saciar a las grades compañías y sociedades?¿Quienes son los ladrones ellos cuyo ánimo de lucro supera las expectativas de cualquier persona normal? ¡cierto! todo esto se hace para ganar dinero pero ¿Cuanto beneficio necesitan? ¿Porqué los que de verdad nos dan su arte cobran menos que aquellos que solo ejercen de intermediarios? Somos nosotros y los verdaderos artistas los que más dinero perdemos, los que lo crean y los que lo consumen, Que no me digan mas que cuando veo una peli online, descargo un canción o me bajo un libro estoy robando al que lo hizo, porque es una falacia, son dichos intermediarios son los que nos roban a los dos: a nosotros con precios a veces insultantes y a los artistas porque, en algunos casos, no reciben ni el 5% del producto en venta. Solo los artistas, de cualquier género, que se arriesgan a distribuir su propio material son los que obtienen los mejores precios y los más altos beneficios.

No me gusta la piratería pero tampoco la engordada cantidad de dinero que cuestan algunos productos. Y ahí va la pregunta más importante ¿Porque, por ejemplo, un CD de música con 19 canciones de un artista de una duración de 65 minutos con carcasa doble en cartón cuesta 15€ y otro en igual de condiciones, con una tirada similar de unidades cuesta 22€ teniendo ambos artistas los mismos beneficios?… ¿Maquiavélico?¿Exagerado?¿No se adapta a la realidad?¿Oferta y demanda? Pensadlo bien.

y ya le dedicaré otro pensamiento a aquellos artistas que quieren vivir toda su vida de un solo trabajo de pésimo gusto, por cierto, y de calidad peor. Creo que se os ocurrirán unos cuantos nombres ¿A que sí? o de aquellos anárquicos rebeldes metaleros que difunden la libertad e igualdad gritando a los cuatro vientos y luego te cobran un canon en un concierto benéfico. Creo que se os ocurrirá más de un nombre también.

Y solo hablo del mundo de la música en mis últimos pensamientos y ejemplos que son los que más están dando el cante al respecto. Pero en otras ramas artísticas se puede aplicar el cuento perfectamente.

Muchos no creen en Dios otros solo creen que Dios es el Dinero